Entre las acciones y los resultados

Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados.

Este adagio popularmente atribuido a Albert Einstein conlleva un matiz que no debemos pasar por alto si realmente tenemos un propósito firme de cambiar. 

Como seres humanos somos animales de costumbre y nos sentimos cómodos siguiendo recetas para hacer las cosas. Dejar de hacer lo que hacemos o la manera cómo lo hacemos para aventurarnos en tierras desconocidas puede ser un reto mayor del que pensamos. Sobre todo si nuestras maneras nos han dado algún resultado, aunque sea solo medianamente satisfactorio. 

Primeramente es necesario adquirir consciencia de nuestras costumbres, nuestros hábitos y la manera en cómo hacemos las cosas. Estamos tan acostumbrados a llevarlas a cabo que posiblemente sean puntos ciegos invisibles para nosotros. Quizás necesitemos ayuda externa para identificarlos. Y debemos tener una actitud de apertura para escuchar la retroalimentación sana de quienes están a nuestro alrededor. Puede ser útil llevar un diario de nuestros quehaceres y rutinas durante un periodo de tiempo significativo. Un mes por ejemplo. 

Una vez que contamos con un punto inicial de auto-conocimiento  podemos revisar esta bitácora para analizar los patrones, las acciones repetitivas e inclusive los vacíos que pueden existir en nuestras acciones o nuestros hábitos. Entonces con la misma actitud de apertura podemos evaluar de manera honesta los resultados que usualmente obtenemos a través de estas formas de actuar. 

De esta manera podemos entonces priorizar aquel habito o costumbre que menor beneficio nos esté reportando, o que nos esté dando un resultado que no deseamos, y podemos comenzar a trabajarlo. Es importante reconocer que también necesitamos alguna herramienta externa con el fin de revisar otros cursos de acción que nos permitan alcanzar de mejor manera el resultado. O como bien lo dice el adagio, que nos permitan alcanzar un resultado distinto y más atractivo. 

Debemos establecer un plan de acción y un equipo de apoyo que nos comprometa y motive a accionar distinto en repetidas ocasiones, al menos por unos dos o tres meses. Estableciendo puntos de control que honestamente nos permitan evaluar nuestro progreso. Es importante que este plan sea también realista y que nos permita enfocarnos en uno o unos pocos aspectos a la vez. No se reinventa uno mismo, un equipo, ni una compañía de la noche a la mañana. Es un esfuerzo deliberado de mediano y largo plazo.

De esta manera estaremos encaminados a introducir un cambio verdadero y de largo plazo en nuestros hábitos o patrones de comportamiento. Estaremos encaminados hacia un cambio significativo. 

Que en este nuevo año tenga oportunidad de manejar y modificar sus hábitos de forma que obtenga los resultados más constructivos para usted y quienes le rodean. 

Calurosamente, 

- Sergio Calvo.